

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Parque Natural Bahía de Cádiz es uno de los principales humedales costeros de Europa. El núcleo urbano de San Fernando está emplazado en él. Singular por la diversidad de su ecosistema conteniendo un verdadero laberinto de dunas, caños y marismas. Su litoral y entorno paisajístico constituyen uno de los enclaves naturales con mayor interés patrimonial, arquitectónico e identitario.

Como catalizador proponemos un pabellón que formula activar uno de los recursos naturales más abundantes y sostenibles con que cuenta el parque, la sal. Sus usos tradicionales, coexisten con múltiples aplicaciones que pueden ofrecer impulso económico y social. Basadas en la conjugación de nuevas tecnologías y procesos vernáculos, exprimen lo más interesante del conocimiento ancestral y el potencial de las herramientas digitales.

Empleamos tres materiales: Sal, madera y acero. La sal acumulada conforma el basamento. La madera como delimitación interior y continuidad exterior. El elemento emergente, cita las antiguas estructuras metálicas empleadas en el trasiego de la sal.


Este pabellón es una herramienta de transformación social en el espacio público. Vinculando lo que ocurre en el centro, con lo que acontece en su entorno inmediato.

Un elemento erguido, torre que nos permite vislumbrar lo contiguo, la periferia y conectar con ella. Dispositivo emergente, suerte de Torre de Hércules, tipología para conocer, averiguar y conectar con el entorno. Revelando las salinas, el sistema que la estructura, caños, canales, esteros conformando algo que fueron y son espacios de oportunidades, crecimiento y desarrollo de sus habitantes, desde una perspectiva escrupulosamente sostenible. Interviniendo para ello solo el agua, el sol y el viento.

Desde el centro urbano emergemos hacia el exterior, hacia el entorno y sus recursos, haciendo transversales cuestiones sociales y climáticas. Encareciendo valores vernáculos, modos de vida tradicionales sumamente sostenibles con el desarrollo económico y social. El interior del pabellón se convierte en una sala de conocimiento y en su entorno se organizan múltiples encuentros.

Hemos explorado el proceso natural de cristalización desarrollando paneles de sal que revisten la torre. Utilizamos un elemento base el metacrilato de colada 100% reciclado. Su superficie, es cubierta para tener mayor capacidad de adhesión, por una capa de biorresina, utilizando medios manuales, sobre la cual se vierte la sal, criada en el cristalizador de la salina, obteniendo así el cristal más traslucido.


La sal empleada para conformar los paneles de sal es recolectada de forma manual gracias a la inmersión de unas finas mallas de fibra de vidrio en el Cristalizador o Tajería (salina) sobre las que se cría una costra de sal conformada por cristales adheridos unos a otros, una suerte de geoda efímera o no tanto.

Del proceso de extracción también se reutilizan las mallas empleadas, tras la extracción de la sal, se convierten en textiles con miles de cristales incrustados conformando una textura única capaz de revestir cualquier superficie.
